Tomás Toranzo: «Nos protegíamos con bolsas de basura y decían que nos contagiábamos en fiestas»
Tomás Toranzo (1957) es médico de Urgencias en el hospital Virgen de la Concha de Zamora y fue uno de los primeros sanitarios en contagiarse del coronavirus. Como presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y vicepresidente del Colegio de Médicos de Zamora, vivió muy de cerca el problema de la falta de material sanitario con el que tuvieron que lidiar los profesionales durante la primera ola, de la que se cumple un año estos días. Una situación que derivó en contagios masivos entre el personal de los hospitales y colocó a España como país con más sanitarios contagiados de todo el mundo. El Gobierno les envió a la ‘guerra’ contra el coronavirus completamente desarmados.
PREGUNTA: Cuando pasó la primera ola se instauró el ‘no se podía saber’ y el Gobierno asumió que todo fue inesperado. Pero en enero y febrero los sanitarios ya exigían refuerzos de material.
RESPUESTA: Sí, empezamos a pedir material de protección y nos miraban con una cara extraña desde las distintas gerencias. Nos llamaban incluso exagerados. Cuando empezaron las primeras reuniones en los centros de trabajo se puso de manifiesto el peligro que tenía esto, por la alta transmisibilidad al ser una enfermedad de propagación por vía aérea.
P: Y entonces llega la pandemia y la ‘sangría’ de sanitarios.
R: Llega la pandemia y el estado de alarma, y empiezan a caer profesionales. Se extendió de una forma explosiva. En seguida entramos en transmisión comunitaria, lo que quiere decir que ya antes del estado de alarma había muchos sanitarios afectados. Yo fui uno de los primeros, estuve ingresado a principios de marzo ya. Empezamos muchos profesionales a caer enfermos, médicos, enfermeros… en mucha mayor proporción de lo que nos correspondería respecto a la población. Algo tenía que ver nuestro puesto de trabajo y sus condiciones con la afectación que estábamos teniendo.
P: ¿Algo relacionado con la falta de materia de protección contra el coronavirus?
R: Había una escasez importantísima de material, no había EPIs, no había ningún otro material de protección, no estaban identificados los circuitos (se refiere a las divisiones espaciales que se realizaron -tarde- en los hospitales para evitar que pacientes Covid se mezclasen con pacientes de otras dolencias).
P: Aquellos días vimos a los sanitarios cubiertos con bolsas de basura. No resultó tranquilizador.
R: Las imágenes famosas de la gente con bolsas de basura, fabricándose ellos mismos las pantallas, con muchas mascarillas quirúrgicas porque las FFP2 eran escasas… además desde el Ministerio se ridiculizaba a la gente que las utilizaba por las calles. Se nos llamaba exagerados, alarmistas.
P: No eran escenas propias de un país del primer mundo preparado para la situación.
R: Aquello era lamentable. Las imágenes eran tercermundistas. Ibamos con sacos de basura, las pantallas fabricadas con lo que fuese… faltaron incluso hasta guantes, que eran un material de uso habitual. No había stock, no había previsiones de recibirlo. Y la ciudadanía lo percibió.
P: ¿Hubo denuncias internas en los hospitales por la falta de material?
R: De aquellos días tenemos denuncias de prácticamente todos los centros de trabajo del sistema nacional de salud. Fue una denuncia continua de compañeros por la falta de material de protección, viendo la inseguridad que tenían y la situación de riesgo que corrían por atender a los pacientes. A partir del estado de alarma fue una explosión de casos. Los profesionales que se ponían en contacto con nosotros nos decían que estaban muy preocupados, porque por hacer su trabajo se jugaban la vida.
P: España se convirtió en el país con más sanitarios contagiados del mundo.
R: Sí, y lo fuimos mucho tiempo. En estos momentos no sé los datos exactos. Pero en esos primeros meses y hasta julio destacábamos muy por encima de todos los países por el número de personal sanitario afectado en proporción a la ciudadanía. (Nota: España llegó a alcanzar el 20% de sanitarios contagiados en la peor parte de la primera ola, mientras que en otros países gravemente afectados como Estados Unidos sólo llegaban al 10%. Actualmente se contabilizan 126.486 sanitarios contagiados).
P: Llegaron a denunciar a la administración por desprotección ante el coronavirus.
R: Interpusimos una demanda en el juzgado de lo contencioso, una solicitud de amparo para que se nos facilitase material de protección y se conminase a la administración sanitaria, en este caso al Ministerio. Que era el responsable. Se había declarado (con el decreto del estado de alarma) como el único proveedor y gestor de los suministros. Siguió faltando.
P: Y el Supremo les dio la razón.
R: Sí, estimó parte de nuestra demanda y reconoció formalmente que hubo una falta evidente de protección de todos los profesionales. Y que a eso se ha debido la alta tasa de personas afectadas del entorno sanitario, precisamente por estar vinculadas a un entorno peligroso por la proximidad con pacientes afectados por el coronavirus.
P: Luego está el asunto de las estafas en la comprar material a China.
R: Fue un auténtico desbarajuste, no había información clara, se compraba de una manera poco organizada, había fraudes, estafas, se facilitó material defectuoso… era un auténtico caos. Y además, la información que facilitaba el Ministerio era pura intoxicación. Facilitaba muchos datos que eran difíciles de analizar y contrastar. Se constataba que había un desastre en la gestión de los suministros de material de protección.
P: El 22 de enero Illa menciona por primera vez la amenaza del coronavirus y sentencia que España está sobradamente preparada para hacer frente a una epidemia de este tipo. ¿Se pecó de arrogancia?
R: Y de desinterés, de desidia, de negligencia… fue una negligencia absoluta, una falta de competencia del Ministerio y de Salvador Illa, que yo creo que ha sido el peor ministro que hemos tenido. Y en el peor momento. Cuando dijo aquello parecía que nos sobraba (el material), no íbamos a tener ningún problema. El virus no iba a venir, y si viniese teníamos material de sobra. Se demostró que era una falta de previsión. No se quería hablar de ello y se trivializaba con los riesgos.
P: España ha perdido en la pandemia a 110 sanitarios.
R: Es un número grandísimo, ahí seguimos a la cabeza del mundo occidental. Lo más lamentable de todo es que el Ministerio diga, estando como estábamos, sin material y protegiéndonos con bolsas de basura, que nos hemos contagiado en el entorno familiar. A fiestas que hacíamos. Como para fiestas estábamos. Los profesionales han dado todo lo que han hecho falta, han trabajado su jornada y la del compañero. Ha sido un comportamiento ejemplar. Sólo faltaba que nos echaran la culpa de que nos contagiábamos en fiestas.